MANIFIESTO PÚBLICO
En el día Internacional del Trabajo
La parroquia San Juan Bautista de la Iglesia Católica de Quimistán, Santa Bárbara, que incluye el casco urbano de este municipio y sus más de cien comunidades rurales, en este glorioso 1º de Mayo, día Internacional del Trabajo, estamos realzando y saludando a los trabajadores y trabajadoras de este municipio y de Honduras que con su entrega y dedicación contribuyen al desarrollo y fortalecimiento de las familias, del municipio y del país, dando ejemplo de ser seguidores y seguidoras de un JESÚS, que fue obrero, liberador y resucitado. Reconocemos que tanto el trabajo como el capital son necesarios en el proceso de desarrollo de los pueblos y las naciones, pero que el capital por sí mismo no puede generar riqueza si no va acompañado del esfuerzo, la sabiduría y el sacrificio de las obreras y obreros.
Ante la difícil e inhumana crisis que vive nuestro país reflejado en el excesivo desempleo, asesinatos, delincuencia, corrupción e impunidad, pero sobre todo la indiferencia del Estado y las autoridades Municipales, nuestra Iglesia no puede callar, ni ser cómplice de tan abominables hechos, por lo tanto exigimos del gobierno Municipal, así como del gobierno Nacional lo siguiente:
1. Buscar formas de generar empleo para los miles de jóvenes desempleados que tiene el municipio.
2. Iniciar un verdadero proceso de reforma agraria que garantice tierras para trabajar y alimento para centenares de familias campesinas careciendo de lo esencial en nuestro municipio. Isaías. 5, 8-10.
3. Poner freno a los asaltos, secuestros y asesinatos de tantas personas inocentes en nuestro municipio. Génesis. 4, 10-11.
4. Un salario justo y el pago de los derechos sociales para todos los trabajadores/as de las maquilas, profesionales asalariados, trabajadoras domésticas y trabajadores rurales, respetándoles su dignidad humana como hijos/as de Dios. Amos 5, 10-11
La paz y la tranquilidad social sólo será posible cuando se practique la justicia, la solidaridad y sean más fraternas las relaciones entre los seres humanos.
“QUE LOS CIELOS MANDEN DE LO ALTO, COMO LLUVIA, Y LAS NUBES DESCARGUEN LA JUSTICIA. QUE SE ABRA LA TIERRA Y PRODUZCA SU FRUTO, QUE ES LA SALVACIÓN, Y AL MISMO TIEMPO FLOREZCA LA JUSTICIA, PORQUE SOY YO, YAVÉ, QUIEN LO ENVIÓ”
Isaías, 45, 8.
------------------------------------------------------------------------------------------------------------
El pueblo cristiano en la marcha del 1 de mayo
Iglesia que no denuncia la injusticia, no es iglesia.
El Padre Julian Diez
Templo católico de Pinalejo