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LA COYUNTURA HONDUREÑA

Pedro Serrano García

Honduras, es un pequeño país con abundantes recursos; pero las mayorías populares son empobrecidas constantemente para enriquecimiento de las oligarquías; contando con el apoyo y participación de políticos, diputados, jueces, gobernantes, policías y militares. Actualmente está pasando por situaciones difíciles, entre las que señalamos:

Elecciones interminables
Honduras, es uno de los países que más se gasta en procesos electorales, a pesar de su modesto presupuesto y de las grandes necesidades que permanecen inatendidas.  Observamos grandes despilfarros en propaganda, caravanas, mítines, compra de votos, regalos, camisetas… las campañas duran, casi, desde el fin de las elecciones anteriores hasta las siguientes.
Lo sorprendente es que a estas elecciones primarias del 2012, se les esté dando tanta importancia como si fuesen las elecciones generales del 2013.  Además, no parece ético que a cargo de los impuestos que paga el pueblo, se costeen las primarias; éstas debieran ser pagadas por cada partido.  A su vez, hay un gran misterio sobre la financiación que aportan los bancos y las grandes empresas a los partidos.  Los poderes económicos que están apoyando financieramente a los partidos, luego les exigirán “favores” y prebendas cuando lleguen al gobierno.
Dado que el bipartidismo ha deteriorado cada vez más a la nación hondureña, ya no sirve. Sería interesante que el pueblo se preparara para superarlo, o al menos limitar su hegemonía. Esperamos que en las próximas elecciones generales surja un verdadero partido progresista, ético, popular y competente, que ponga en marcha la justicia social y el progreso económico de Honduras.

Petróleo en Gracias a Dios
El sigiloso misterio con el que las autoridades hondureñas estaban tratando de negociar con petroleras extranjeras, valiéndose de un estudio Norteamericano que constata la existencia del “oro negro” en la Mosquitia, ya se va desvelando.  Al parecer están interesadas las empresas petroleras Statoil de Alemania, Repsol de España y B.G. Group de Gran Bretaña. El gobierno se está inclinando por conceder las prospecciones petrolíferas a la empresa inglesa.  Pero estos negocios van despacio. Veremos en qué queda.
El petróleo aumentará la riqueza de la nación por un lado.  Pero por otra parte,  como ya es tradicional, servirá para enriquecer a multinacionales extranjeras y a unos cuantos oligarcas nacionales, mientras que al pueblo solo llegarán algunas migajas de los fabulosos beneficios que se obtendrán.
Dado que el petróleo es elemento estratégico para Estados Unidos, es evidente que el imperio fortalecerá las cadenas de la dependencia con las que mantiene sujeta a Honduras. La pérdida de soberanía de Honduras, pues, será una consecuencia lógica de la estrategia geopolítica imperial. Es decir, habrá más ganancia para los poderosos a cambio de mayor colonización. Tal vez el petróleo en Honduras tenga algo que ver con el golpe de Estado del 2009, pues el imperio no va a permitir a Honduras entrar en la órbita de países que pugnan por la soberanía de los pueblos de América Latina y el control de sus recursos energéticos, como lo es Venezuela.

La Isla Conejo
Según algunos noticieros de estos últimos días, autoridades salvadoreñas están pensando reivindicar como propio la Isla Conejo, situada en el Golfo de Fonseca del Océano Pacífico.  Es evidente que nuestros gobernantes hondureños sabrán defender con firmeza la soberanía sobre este pequeño islote.  Aunque de ciertas autoridades se duda de ello.
Pero algunos se preguntan:  ¿no sería mejor que ambos gobiernos  de Honduras y de El Salvador, en vez de disputar la soberanía sobre insignificantes territorios, iniciaran un diálogo sobre la base de la justicia social, para ir dando pasos hacia un mayor entendimiento, alianza y unidad, para el logro de un desarrollo conjunto y beneficio de sus respectivos pueblos?
De Estados Unidos, denunciamos sus afanes imperialistas, pero debemos reconocer su acierto en el logro de la unidad de todos los Estados que componen ese gran país; mientras que en América del Sur y del Centro ha prevalecido el interés de las élites caciques, dividiéndola en demasiados Estados mal avenidos. Así nos va. Escandaliza que nuestras autoridades prefieran la sumisión servil al Imperio del norte, antes que la soberanía que se obtiene con la unidad de los Estados Latinoamericanos.

Depuración de la policía
En la policía ha penetrado el crimen organizado y el narcotráfico. Muchos oficiales y vigilantes del orden actúan buscando la “mordida”, la multa injusta. La corrupción y la impunidad existentes en los poderes del Estado, Fuerzas Armadas y partidos políticos, son también, parte integrante del actuar policial. 
Es natural, pues, que se pretenda reformar la policía sobre bases más profesionales, éticas y disciplinarias. Algunos ciudadanos dudan si, ese intento de reforma de la policía que tanto hablan nuestras autoridades pero que nunca llegan a concretar, sea más bien la pugna entre bandas de narcotraficantes que operan dentro de este cuerpo de seguridad.
Es evidente que necesitamos una refundación del Estado, pero basado en principios de justicia y honradez. Para ello, habrán de convertirse, primero, los dirigentes de los partidos políticos y a los mandos de las Fuerzas Armadas.

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LOS OBISPOS ANTE LAS ELECCIONES

Pedro Serrano García

Hace unos días, apareció en los medios de comunicación la Carta Pastoral de la Conferencia Episcopal de Honduras (CEH) dando su juicio ético sobre la situación del país y sobre las elecciones primarias y generales.
Los señores obispos organizan el contenido del documento titulado “Elecciones 2012” en cinco partes: 1ª, acompañamiento eclesial al pueblo; 2ª, una breve visión sobre la sociedad amenazada; 3ª, la aspiración episcopal a unas elecciones justas y transparentes; en la 4ª, los prelados dan unas sugerencias; para terminar en la 5ª parte, donde expresan la esperanza cristiana.
El documento episcopal es muy positivo e iluminador.  Los protagonistas del Estado hondureño y de los procesos electorales, harían bien tener en cuenta este buen aporte eclesial.

Diagnóstico social
Tal vez sea lo más valioso del documento la visión que dan sobre la realidad escandalosa hondureña. Entre otras cosas se manifiestan contrarios al nefasto modelo económico y social, pues produce efectos contrarios al bien común, como: la concentración de la riqueza, baja calidad en los sistemas de salud y educación, más de dos millones de desempleados, el sistema de justicia goza de impunidad mientras protege a delincuentes. Asimismo hablan los obispos de una seguridad pública contaminada por el crimen, el sistema penitenciario es inhumano y la contaminación ambiental incontenible.
Tal vez al hablar de la lucha por el acceso a la tierra, y la lucha por unas condiciones de trabajo justa, habría que haber remarcado la cerril ambición e inhumano comportamiento de ciertos terratenientes y empresarios, pues éstos son causantes de tanta injusticia y pobreza.
Los obispos aspiran a unas elecciones justas, se muestran a favor del sistema democrático y aclaran que la justicia debe ser el objetivo de la política. Por tanto hay que desarrollar las reformas de estructuras necesarias en el país; así irá disminuyendo el descontento social y la escandalosa pobreza.
Francamente admirable que los obispos se muestren partidarios de que el pueblo sea el verdadero protagonista de la actividad política.

Contrastes en el tiempo
Se observa que el anteproyecto que ha servido de base a esta declaración iluminadora de los obispos sobre la realidad y las elecciones, es completamente distinto del escrito inicial de que se valieron los obispos en 2009 para mostrar sus simpatías por los golpistas. Si ello muestra una evolución ética y sincera de la Conferencia Episcopal, hemos de felicitarlos. Pero si los obispos firman documentos, unos contrarios a las mayorías oprimidas  como en 2009, y otros a favor de los empobrecidos como el actual pronunciamiento de 2012, sin crítica alguna, ello mostraría un incorrecto comportamiento.
A su vez, agradeciendo a los obispos estas palabras iluminadoras sobre su interés y misericordia hacia el pueblo oprimido, según lo muestran en el presente documento sobre “Elecciones 2012”, observamos un contraste entre la doctrina episcopal y sus planes pastorales.  Pues, el diagnóstico sobre la realidad y las buenas opiniones sobre ética social, no se suelen implementar en la acción pastoral.  La formación, la pastoral, las celebraciones y las catequesis siguen un modelo espiritual alejado de la realidad.  En general, Los planes pastorales centran a los laicos en oraciones y celebraciones. Todo ello, siendo bueno y básico en la vida de los cristianos, adolece de la dimensión social de la fe.
La Doctrina Social de los pontífices y los documentos del CELAN, apenas se enseñan a nuestros laicos cristianos.  No se conoce en nuestras parroquias que la misión fundamental del cristiano es construir una sociedad justa, según la Iglesia. Nuestros laicos se alejan de la política en vez de tratar de reformarla.
Sería oportuno que nuestros obispos vieran como asumen la dimensión socio-política de la fe en la promoción del laicado católico. Ya que Jesús nos dijo: “por los hechos se les conocerán que son mis discípulos”. Los empobrecidos de Honduras esperan el compromiso social de los católicos.

Sugerencias
Precisamente son los mismos obispos los que en este documento, animan a los cristianos a participar en política y en elecciones, incluso a vigilar y controlar los resultados.
Estamos de acuerdo con la CEH, de que la abstención no es una respuesta positiva. Pero habría que añadir: el abstencionismo que aumenta en cada  elección, es provocado por el bipartidismo corrupto, la inoperancia del gobierno, la impunidad judicial y la ineficacia de los diputados.
Por supuesto los obispos tienen razón cuando afirman que, lo que el pueblo necesita es más y mejor información y menos propaganda y compra de votos cuando se trata de elecciones.  Esperemos que los nueve partidos que se presentan a las primarias, sean capaces de ir superando las “mañas” y las “picardías” del bipartidismo.
¿Estarán los partidos y el Tribunal Supremo Electoral, dispuestos a la transparencia en el censo y en el origen de los fondos dedicados a las campañas electorales? ¿Aumentará la honradez y la ética de los candidatos respecto a elecciones anteriores? Todo está por ver.
Apoyamos la esperanza de los obispos en el proyecto de una nación democrática, pluralista, participativa y justa, para que se vaya haciendo realidad en Honduras.