En memoria a Martín Vásquez Benitez*
CUANDO UN
AMIGO SE VA
Rodolfo Cortés
Calderón
Hoy día, el viaje hacia lo infinito y lo ignoto de un gran
amigo, MARTÍN VÁSQUEZ BENÍTEZ, nos ha convocado en este lugar para darle
nuestro hasta luego.
A Martín lo conocimos en este mismo espacio cuando nuestro
sacerdote y guía espiritual era el Padre Israel Peña, de grato recordatorio, y
cuando junto a su hermano el adolecente Benito Vásquez Benítez apoyaban el
trabajo de la pastoral juvenil. No vamos a hablar de sus enormes virtudes
porque necesitaríamos toda una mañana.
Más que todo el propósito de nuestra participación es para que
hagamos una reflexión sobre EL DERECHO Y
EL DON DE LA VIDA, obra majestuosa del Creador y, sobre lo que acontece en Honduras.
Martín no murió porque el Señor se lo quiso llevar, Martín murió
por nuestra indiferencia, por nuestro disimulo, por nuestra apatía, por nuestro
desprecio como sociedad hacia la vida. Porque no hemos aprendido a defender
como hombres o mujeres el gran valor de la vida, regalo excelso de Dios
manifestado en el Génesis 2,7 cuando nos dice: ENTONCES YAVÉ DIOS FORMÓ AL
HOMBRE CON POLVO DE LA TIERRA; LUEGO SOPLÓ EN SUS NARICES UN ALIENTO DE VIDA, Y
EXISTIÓ EL HOMBRE CON ALIENTO Y VIDA.
Martín ha trascendido el umbral de lo material a lo
espiritual, pero no queremos hacer hoy
día una alegoría a la muerte, sino una clara denuncia profética al estado de demencia
en que ha caído nuestra sociedad y principalmente todos nuestros gobiernos, sin
importar del color político que sean,
donde se irrespeta y desvalora la vida humana. Los asesinatos son pan de cada
día en esta desangrada Honduras.
Pero los profetas nos dan pautas a seguir:
Amos, 5,15 nos dice: ABORREZCAN EL MAL Y AMEN EL BIEN.
IMPONGAN LA JUSTICIA EN SUS TRIBUNALES…
Isaías, 58, 6 nos dice: ¿NO SABEN CUAL ES EL AYUNO QUE ME
AGRADA?. ROMPER LAS CADENAS DE LA INJUSTICIA, DESATAR LAS AMARRAS DEL YUGO,
DEJAR LIBRES A LOS OPRIMIDOS Y ROMPER TODA CLASE DE YUGO.
Y este es el principal mal de nuestra sociedad actual la
falta de amor, de solidaridad, pero sobre todo de justicia. La corrupción, la
impunidad y la muerte campean por todos lados.
A Martín le arrebató
la vida el estado de descomposición social que vive nuestra sociedad actual
donde el culto a la muerte es una tragedia nacional. Donde se ve con desprecio
el valor por la vida, principalmente de los jóvenes. Según analistas en
derechos humanos el 50% de los jóvenes de Honduras menores de 30 años no llegarán
a la adultez mayor por los tantos
asesinatos que vivimos. En Honduras se asesina diariamente un promedio de 23
personas y de esta cantidad, casi 20 son jóvenes.
Pero también un día nuestro Yavé Dios nos pedirá cuentas a
los que estamos aquí reunidos cuando nos
pregunte ¿QUÉ HAS HECHO?, CLAMA LA SANGRE DE TU HERMANO Y SU GRITO ME
LLEGA DESDE LA TIERRA Génesis. 4, 10.
Martín dedicó gran parte de su vida juvenil al trabajo en la
iglesia con la pastoral de los jóvenes,
pero su esfuerzo no fue suficiente, ya la juventud había caído en esta vorágine
social de destrucción de la cual es difícil salir. Hoy día los jóvenes
cristianos conscientes tienen que asumir este reto para cambiar este proyecto
de muerte, rescatar a la juventud y el país y seguir el ejemplo de nuestro
hermano que hoy despedimos. En sus manos queridos jóvenes está cambiar este
país. Es urgente un cambio.
Quiero despedir a Martín con los primeros versos de la
sentida canción de Alberto Cortés dice: Cuando un amigo se va, queda un espacio vacío, que no lo puede
llenar la llegada de otro amigo. Cuando un amigo se va, queda un tizón
encendido que no se puede apagar ni con las aguas de un río…
Hasta luego amigo MARTIN.
03 de agosto 2012.
*Martín Vásquez
Benítez, 42 años, fue un reconocido líder de la pastoral juvenil de la
Parroquia Católica de Quimistán, Santa Bárbara, que murió en el Hospital del
Seguro Social (IHSS) de San Pedro Sula el día 1 de agosto de 2012 después de
ser macheteado en la cabeza y recibido 5 impactos de bala, de parte de varios
delincuentes, en un asalto a tres jóvenes (además los hermanos Jorge y Alba
Martínez) suscitado el 22 de junio de 2012, mientras caminaban a las 5 a.m. a
tomar el bus de la empresa Lear, que de Pinalejo conduce a Naco.
La comunidad y la
familia residente en Pinalejo solicita a la Policía de Investigación y al
Ministerio Público hacer las investigaciones del caso (asalto, agresión y
asesinato) y definir, como se supone, si
hubo negligencia médica en el Hospital del IHSS.
NOTA: Texto leído en
las misa de cuerpo presente en Pinalejo.