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DESFALLECIENTE REALIDAD

Pedro Serrano García

Entre la  vida y la muerte

Los pueblos de México y de Centroamérica, especialmente el llamado Triángulo del Norte (Guatemala, El Salvador y Honduras), están condenados a vivir bajo peligros mortales.

 A los que se quedan en sus respectivos países, les acecha el hambre, el crimen organizado, la violencia política, los encarcelamientos injustos, las catástrofes naturales.

A los trabajadores se les explota sin misericordia o se les expulsa al desempleo; mientras que a los campesinos se les arrebatan sus tierras, viviendo bajo control de soldados y policías, defensores de terratenientes usurpadores.

Líderes de organizaciones campesinas y laborales luchan heroicamente por mejorar las condiciones de  vida de los empobrecidos, bajo las presiones, las amenazas y los asesinatos ejecutados por los detentadores del poder. Se extorsiona y se suprime a periodistas, defensores de derechos humanos y militantes feministas.

A los que empujados por la miseria, se arriesgan a emigrar a Estados Unidos, durante el paso tenebroso por el territorio mexicano, muchos son secuestrados por bandas de traficantes con personas, saqueados, amenazados ellos y sus familiares, torturados y asesinados. Ya en Estados Unidos son vilmente explotados por empresarios sin conciencia, perseguidos por brutales policías, encarcelados sin derechos y expulsados del Imperio.

El crimen político nunca se persigue, ni se encarcela a los culpables. En estos cuatro países, cada banda organizada compite con las demás en ejecutar más asesinatos que las otras. Se vive bajo el reino de la muerte.

En México y Centroamérica, “toda vida humana, singular o colectiva, aparece como una lucha, ciertamente dramática, entre el bien y el mal, entre la luz y las tinieblas” […] “Cada uno se siente como atados con cadenas” (GS-13).

 Estructuras opresoras

Esta caótica, inmoral y mortal realidad en que viven los empobrecidos, se debe a que las clases dominantes de estos respectivos pueblos, apoyados por las oligarquías de las potencias que hegemonizan la globalización (principalmente Estados Unidos y Unión Europea, con el desinterés de las potencias emergentes BRICS), mantienen unas estructuras políticas, económicas y sociales opresoras.

Son “estructuras injustas” (P-573),” de pecado” (P-452 y SD-9,243)), “inspiradas por el capitalismo liberal” (P-437), según manifiestan los obispos latinoamericanos en sus documentos de Puebla y Santo Domingo.

Estas estructuras alienantes se expresan en: democracias de baja calidad; Estados fallidos y corrompidos en sus tres poderes; empresas privadas que valoran la ganancia (ídolo moderno) por encima de los trabajadores (considerados instrumentos de producción, en vez de personas humanas); crimen organizado entrelazado con las estructuras del Estado, de la política, de las fuerzas de seguridad, de la economía y del Ejército; poderosos terratenientes que acapara tierras de campesinos empobrecidos y asesinan a sus líderes; anti-valores culturales individualistas e insolidarios; religiones centradas en lo espiritual sin apenas compromiso en lo social. Todas estas estructuras injustas, opresoras y represoras están enmarcadas en el sistema capitalista neoliberal globalizado.

Ética o Poder

En el caso de Honduras, que desde el golpe de Estado está bajo las tinieblas de la muerte, ya se están preparando las próximas elecciones políticas. Se presentarán 7 partidos políticos (entre los que se encuentra LIBRE) junto a los dos mayoritarios (PL y PN).

En las democracias burguesas, los partidos políticos, también los de la izquierda, priorizan la conquista del poder sobre la implantación de la justicia. Así tenemos que en la Unión Europea, los partidos social-demócratas se han transformado en social-liberales; en Latinoamérica, en socialistas de centro-liberal. Todos ellos han renunciado a la instauración de un sistema alternativo al capitalismo.

Así tenemos que muchos partidos socialdemócratas, cuando llegan al poder, incluso antes, ya están practicando la corrupción; dan prioridad al poder frente a la justicia. ¿Qué va a hacer el partido LIBRE que ha emergido del movimiento FNRP?

Si prioriza el poder sobre la justicia para refundar el Estado, al final será un partido más, que una vez en el poder pactará con los poderes facticos (políticos, oligárquicos, mafiosos y financieros) para mantenerse en el poder; así quedará relegada la acción política por la liberación del pueblo oprimido de Honduras.

Si prioriza la justicia sobre el poder para liberar al pueblo, puede que las fuerzas imperialistas y capitalistas manipulen las elecciones para impedir que alcance el control del gobierno y del parlamento. Si llega a gobernar…, o acepta la sumisión a las fuerzas capitalistas o le ocurrirá como a los movimientos progresistas en Venezuela, Bolivia y Ecuador; los dirigentes de LIBRE habrán de sufrir atentados, campañas de desprestigio, presión del  gobierno norteamericano y de los europeos, boicot de los monopolios económicos y otras acciones desestabilizadoras.

Compañera Xiomara Castro y componentes de su equipo directivo: cuando un partido político está ascendiendo en popularidad y posibilidades, los chantajistas tratarán de introducirse dentro y mediatizar la gran utopía revolucionaria del FNRP-LIBRE para defender sus intereses burgueses y mafiosos. Es oportuno tener en cuenta el criterio de Jesús, el obrero de Nazaret: “ser astutos como serpientes y buenos como palomas”. La revolución popular está en marcha.